Jesús, figura central del cristianismo y el Occidente decadente y capitalista, habría sido un hijo de vecino cualquiera, que administraba un casino ilegal y le echaba agua al vino para que cundiera más. Estas serían las alarmantes conclusiones a las que llego un grupo de expertos después de analizar las evidencias; La población de Judea padecía de sífilis, cirrosis y esquizofrenia, además de otros delirios por exposición al sol.