viernes, 31 de julio de 2009

Hace unos años, mientras vivía a costillas de los últimos estertores de una revolución que "aún no termina", pero que conmigo había terminado hacía rato, al estilo de las más toxicas historias de amor, locura y violencia intrafamiliar, paseaba mi sediento cerebro por las tierras de Augusto César Sandino, ya que por esas ironías de la vida, tenía 48 horas para hacerme pedazos y reventar el resto del viatico, y así, no tener que rendirlo y darle miles de explicaciones weonas a la dirigencia de turno, aquí estábamos frente a una contingencia mayor, por lo tanto, los nobles ideales y causas que iluminan los corazones de los ilusos del mundo, financiarían mis 2 días de rock n' roll Maya.
Managua, Rotonda La Virgen...
Ja!
Gracias compañero Carlos Marx, a usted y a su corillo, muchas gracias.

Karla "Yo soy lo que tu quieras"