A medida que pasan las horas, nos vamos enterando que el desastre es cada vez mayor. Las comunicaciones al sur, si bien siguen siendo intermitentes, se han restablecido un poco debido a las comunicaciones satelitales e Internet. Está realmente la cagá, entre daños materiales, desaparecidos, muertos y desabastecimiento. El gobierno de Bachelet, haciendo gala de la soberbia que lo ha caracterizado, desestimo la ocurrencia de un tsunami, razón por la cuál se podría haber disminuido un poco la tragedia y que la gente se pusiera a resguardo.
Frente a los saqueos (televisores más, televisores menos), totalmente justificados por el desabastecimiento y la poca velocidad de respuesta de los órganos del estado, es que ahora el estado entrega el control de las zonas afectadas a los militares, quienes aparte de declarar toque de queda y andar armados hasta los dientes patrullando las ciudades, cuidando el patrimonio de los oligarcas, poco y nada han hecho en limpiar la ciudad, reconstruir y distribuir la ayuda.
Frente a los saqueos (televisores más, televisores menos), totalmente justificados por el desabastecimiento y la poca velocidad de respuesta de los órganos del estado, es que ahora el estado entrega el control de las zonas afectadas a los militares, quienes aparte de declarar toque de queda y andar armados hasta los dientes patrullando las ciudades, cuidando el patrimonio de los oligarcas, poco y nada han hecho en limpiar la ciudad, reconstruir y distribuir la ayuda.