domingo, 13 de junio de 2010

Entre medio de una noche de Diciembre, risas nerviosas y miradas que evitaban e invitaban, nos tomamos una botella de Vodka. Hablábamos weás, nos reíamos, bebíamos y yo no podía sacarle la mirada de las tetas.

Tiempo después, y a modo de venganza, me regala una cajita que hacía Tic Tac.


La muerte, tal cual me la imagine.